El inicio (By Q)

Ayer de la nada comencé a escribir... espero les guste, a ver cómo va desarrollándose la historia.

Capitulo 1

Y traje zlotys de Polonia.

En la casa ya me esperaban. Carolina, Alfredo, Marieta y los niños. Juan Carlos arribó después de mí con excusas recicladas de hace 10 años, cuando eramos las criaturas más dulces de Satán. No hubiera imaginado nunca esos rostros, esos semblantes de sorpresa tras mi larguísima ausencia. Más aún no calculé que aparecieran en casa; supuse olvidos, vidas demasiado ocupadas como para recordarme, amistades relucientes de novedad y fugaces llamaradas de vandalismo casi inofensivo ("Casi" porque ser inofensivo total para alguien así significa morir de viejo, y a los 20 eso es sólo favorable para Billy The Kid).

Un par de cervezas después... en realidad yo llevaba 3, Marieta 2, Carolina una y coqueteos a la segunda, Alfredo 4 y Juan Carlitos unos sorbos a su botella (con excusas recicladas de hace 10 años, cuando eramos las criaturas más dulces), hablamos de los últimos 5 años. Lo cerca que Fredy estuvo de la cárcel en una de sus peores borracheras, el recuento de los tipos que habían pasado por los labios y las piernas de Marieta (a veces sólo los labios, a veces sólo las piernas), el dinero y fama underground que obtuvo Juan Carlos vendiendo claves de examenes (aunque luego le remordió la consciencia y casi se hace expulsar de la facultad), y las pinturas de Carolina (cabe aclarar, la parte más gratificante... aunque los relatos volátiles de Marieta también me divirtieron infinidad). Las pinturas al óleo, acuarela o pastél de Carolina pudieron "sonar" opacas a un crítico acostumbrado a Rembrandts, pero a mí me hicieron viajar de nuevo, ya no a Europa, el mediterraneo o los campos de mostaza china. No. Estaba yo en dimensiones sólo exploradas en sueños y embriaguez opiácea; no hubiera jamás pensado el gozo enorme de la imagen cruda (como sí misma), "La obesa ordeña-vacas", "el instructor de manejo", "El mesero poeta en las cortes de Rohan", "La defecación porcina (junto a la flor anual)" y un etcétera tan amplio como nuestros juegos de la infancia en las calles, las travesuras complices que Alfredo y yo les jugábamos a las chicas (cómo me gustaba Julieta y sus pequitas), los llantos de "Carlitos" con excusas recicladas de hace 10 años, cuando eramos).

La noche llegó. Y cada quien a sus menesteres propios, la escuela, el trabajo, la tía enferma...Total, quedamos Marieta y yo, fumando unas brevas y bebiendo tequila, nos reíamos de nuestra tontera con un ánimo de admirar. Alegres, nada más, recordando fugas y canalladas propias de pubertos... Y no recuerdo si yo empecé a besarla o ella fue quien (con una frase vulgarsísima) se me echó encima. Calor, Gemidos, Besos, Sudor y al final La Esterfurosa Convulcante de las Mátricas, para caer rendidos de sueño.

Sueño

Sueño

Sueño

Amanece.

Apenas tomo consciencia y me asalta sin un "On Guard" (N: corrijame si estoy mal).

-Se nota que estás loco por Carolina.- Dice, con sonrisa boba.

-eh?- tapando mi cara con ambas manos, ese reflejo de querer quitarse la resaca en 3 segundos.

-Sí, es obvio que sientes algo por ella. Sabes que no te lo digo por el sexo, es evidente que lo disfruté.- suspende por un segundo el acomodo de su sostén. Guiño, sonrisa de complicidad. -Pero te notas pensando en ella siempre, además de que no podemos omitir tu reacción al volver a verla, tu extraña fascinación por sus pinturas. Que a mí eso, la verdad...

- Hey! no ves el juego de colores? las expresiones? los claroscuros? los matices? Qué Ceguera!

Marieta no puede más que reír.

- Eres inútil para desviar el tema, sabes?

-Sí

-Bueno, me voy. cuando quieras admitirlo sabes que puedes contar conmigo, encanto.

-Crees que necesito de tu ayuda con ella?!

-Ja! lo estás admitiendo.

-Callate

-Jajaja, OK. Nos vemos la próxima, Hectorcito.

-Adiós, Gordita.- Mueca de victoria (no pregunten, yo tampoco se de qué).

- Un verdadero tonto para cambiar el tema.-

Excusas de hace diez años. Y un zapato vuela hacia mi cara.

Fin del Capitulo 1