Este es un post que quería ser serio pero no le salió...
El siguiente es mi segundo ensayo del curso de redacción del año pasado. A ver qué les parece:
Conciencia de la opinión
Carlos Enrique Cruz Islas
“Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo, más de un beso me dieron y más de un bofetón.”
Joaquín Sabina
La gente siempre tiene una opinión. La opinión nace como una necesidad de dar a conocer nuestros intereses o gustos particulares, con el fin de que sean tomados en cuenta por el destinatario de nuestro mensaje. Las formas en que se expresa son innumerables, el arte, la política, la ciencia o, incluso, la cotidianidad individual son sólo algunos ejemplos de cómo un individuo o una colectividad puede expresar su opinión sobre tal o cual tema. Pero es necesario tener cuidado al expresar una opinión, y más precaución se debe tener al defenderla, pues siempre hay un riesgo grande de caer en necedades.
La expresión y la opinión no pueden ser rígidas, porque la voluntad y la naturaleza del hombre tampoco lo son. A menudo uno puede permitirse un poco de contradicción y tomar menos en serio algunas cosas, no tiene mucho sentido tener una opinión si en un momento dado no puede cambiarse, siempre razonablemente.
Esto es posible mientras haya reflexión y conciencia sobre las opiniones propias y las ajenas, si se hace un cambio de opinión sin razón significa que no hay una conciencia real sobre lo que se está diciendo, lo que hace que nuestra opinión pierda valor frente a los demás.
Una nota breve sobre libertad
Otro aspecto a considerar cuando se habla de opiniones es la libertad. La libertad que tiene cada uno para tener una opinión distinta y la libertad que tiene de defender su opinión si se le hacen cuestionamientos. Si no permitimos que exista el diálogo entre las diversas opiniones e intentamos imponer nuestra voluntad, esa libertad se ve mutilada.
Algunos ejemplos de actualidad
Las sociedades, desde siempre, se han visto envueltas en problemas de ésta naturaleza; la batuta la suele llevar quien tiene el poder, mientras que los ciudadanos están sometidos a su voluntad. Dictadores como Franco, en España; Pinochet, en Chile; o Kim Il Sung, en Corea del Norte son claro ejemplo de la fuerza que ejerce el poder sobre quien está por debajo de él.
Otro ejemplo, más cercano a nosotros, es la clara influencia de los llamados poderes fácticos sobre las decisiones que se toman diariamente en las altas esferas de gobierno; la forma en que los intereses externos (medios de comunicación masiva, empresas con gran fuerza comercial) manipulan al Estado para beneficiar a sus intereses es la prueba fehaciente de lo limitada que está la participación del pueblo (entiéndase como población en general) en su propio gobierno y el valor bajísimo que su opinión tiene para con los grupos en el poder. La democracia se queda en un decir cuando vemos prácticas de este tipo en acción.
Nos damos cuenta, gracias a ejemplos como los anteriores, que la democracia (que pudiera entenderse como la forma de gobierno ideal que da valor a la opinión personal y favorece a la mayoría) que vemos llevada a la práctica es muy distinta a lo que es en teoría.
De la contradicción y su uso práctico
La contradicción y negación, en función de las opiniones, son otros aspectos de los que valdría la pena hablar. Hegel en su Fenomenología del espíritu[1] plantea el uso de las negaciones y contradicciones como herramientas en su dialéctica negativa, él lo explica con una metáfora: “El botón desaparece con la flor, que a su vez es remplazada por el fruto; éste a su vez aparece como la verdad de la flor, denunciándola como un falso ser.” Cada fórmula rechaza a la anterior pero cada una participa, en su momento, de la misma naturaleza. Las fórmulas nos se vuelven obsoletas en su ser, sino en su actualización.
Así, la opinión que lleguemos a tener puede sufrir modificaciones e, incluso, cambiar por completo de contenido; sin embargo, de no ser por la primera opinión (que ahora vemos falsa) no existiría la segunda. Es una especie de agradecimiento al error pasado que corregimos, pues de no haberlo notado no habría mejora.
Hoy opino
La actualidad nos da ventajas asombrosas que hace diez años no teníamos. El acceso irrestricto a los recursos de internet abre posibilidades asombrosas para la comunicación y la libertad de opinión; aunque, como en todo, se puede caer en excesos. La comunicación hoy es más directa (si cabe el término) y las opiniones pueden ser “escuchadas” sin necesidad de intermediarios, esto reduce notablemente el rango de error para el entendimiento del mensaje, además de permitir réplicas. Desafortunadamente; gracias a la globalización y, en consecuencia de ella, a la cortísima memoria colectiva, las opiniones vertidas por estos medios se olvidan pronto y no tienen tanta fuerza como se podría pensar.
Algunas sentencias que sirven de conclusión
Una opinión es tan flexible como la capacidad de autocrítica de quien la dice. Uno siempre ha de ser libre para defender su opinión hasta sus últimas consecuencias, la necedad y la imposición siempre están después de esas últimas consecuencias. La opinión no está peleada con la contradicción, si es necesario se valdrá de ésta para darse a entender. Un deber, casi moral, de cualquier opinante es explotar cuantos recursos tenga a su disposición para hacer llegar su mensaje.
Pero no lo tome tan en serio, todo esto es sólo una opinión.
[1] 17ª ed., FCE, México, 2007.
Y bueno, el post deja de ser serio cuando ud da click AQUÍ. ya le había hablado a Aldo de la Barbie Q. Ya había posteado el PIZARRÓN?.
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1 comentario:
Entrando en modo Joe Pino: Yo´pino que la opinion es muy importante por que nos permite opinar sobre los temas que nos agradan o desagradan y asi poder obtener mas opiniones distintas o similares a las nuestras, eso´pino
Ya hablando en serio, pues esta muy bien el texto, opino que ud. si sabe escribir y redactar master.
Por otro lado, no mams, estan bien cagados los juguetes radioactivos XD el pizarrón fue el mejor de los dos XD
Pax
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